El cuerpo físico es algo con lo que ya estamos familiarizados, sin embargo, no es el único cuerpo que tenemos.
El cuerpo energético es el cuerpo de energía humano que se extiende más allá del cuerpo físico. Del mismo modo que el cuerpo físico está formado por muchas capas (sistema nervioso, musculatura, el sistema esquelético) con funciones complejas y solapadas, el cuerpo energético también consta de muchas capas que interactúan entre sí. Juntas todas las capas del cuerpo energético se conocen como aura. El aura interactúa con el cuerpo físico, así como con los centros energéticos o chakras.
Los chakras son vórtices de energía que todos tenemos. Estos vórtices transportan energía desde el universo que nos rodea hasta el aura y el cuerpo físico, así como entre el cuerpo físico y las diferentes capas del aura. Piensa en el sistema de chakras como un torrente sanguíneo espiritual. Del mismo modo que tu torrente sanguíneo conecta con muchos otros sistemas corporales físicos y les da soporte, tu sistema de chakras conecta y apoya a tu ser físico y a tu ser energético.
Hay 7 chakras principales, situados desde la base de la columna hasta la coronilla.
La energía invisible que recorre este sistema energético de los chakras es la fuerza vital, chi o prana. Es lo que nos mantiene dinámicos, sanos y vivos.
Cada uno de los chakras juega un papel en el equilibrio energético. Estos nos permiten establecer nuestra vida y nuestro cuerpo de manera holística, como un todo.
Cuando entramos en contacto con la energía de nuestros chakras, conectamos más plenamente con nosotros mismos, y creamos una sanación holística verdadera. Esta es la razón porque la práctica basada en la atención plena como la meditación ayudan a conectar la mente con el cuerpo y el espíritu. Esto también explica que ciertas actividades físicas ayuden a aclarar la mente y a que nos sintamos más centrados, y que cultivar el espíritu sane la mente y el cuerpo. TODO ESTÁ CONECTADO
Cuando sanamos el cuerpo energético, lo mantenemos sano (mediante reiki, meditación, yoga, entre otros) y nos decantamos por estilo de vida y dietas más saludables, estamos sanando problemas potenciales antes de que se manifiesten en el cuerpo físico.