La meditación o Dhyana es la séptima etapa del sistema de Yoga de Patanjali. Esta etapa es la penúltima y está justo antes del samadhi o iluminación. Antes de practicar Dhyana, uno debe haberse establecido en los seis pasos anteriores de yama, ética; niyama, autocontrol; asana, postura corporal; pranayama, expansión de la energía vital; pratyahara, abstracción de los sentidos; y dharana, concentración sostenida para luego así trascender hacia el samadhi, autorrealización.
El objetivo de practicar meditación es liberarse de los samskaras, tendencias latentes, en la mente. En la meditación profunda, uno es consciente de sí mismo y se fusiona con el objeto de meditación, es decir, el yo y el objeto de meditación se vuelven uno. También podría compararse con la quietud de la mente, al igual que la quietud de un charco de agua. Lo que queda en dhyana es solo una clara conciencia de uno mismo. Todas las demás tendencias desaparecen en este estado.
Dharana se refiere a la fijación de la concentración para que todas las fluctuaciones mentales en un objeto se limiten a un lugar particular en la mente. En otras palabras, dharana es concentración enfocada en un objeto.
Dharana generalmente no es continuo y tiene interrupciones. Cuando por la práctica constante de dharana, la mente se enfoca fácilmente en el objeto de concentración, y ese enfoque se vuelve en un flujo continuo, se convierte en dhyana. En la filosofía del yoga, dhyana no está conectada con el objeto de meditación, sino que es un estado de calma de la mente. Dhyana es un estado en el que sólo hay una idea en la mente.
Dentro de sus beneficios podemos mencionar:
Beneficios físicos:
- Reduce el colesterol y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Trata las jaquecas y las migrañas.
- Alivio significativo del asma.
- Disminuye la sudoración.
- Incrementa el sistema inmune.
- Aumenta la longevidad. Disminuye el consumo de oxígeno.
- Aumenta el flujo sanguíneo y disminuye el ritmo cardiaco
- Trata el insomnio.
Beneficios psicológicos:
- Asienta la autoconfianza.
- Resuelve los miedos.
- Impulsa la creatividad.
- Mejora la capacidad de aprender.
- Reduce los niveles de estrés.
- Incrementa la capacidad de concentración y foco.
- Disminuye la agresividad y ayuda al manejo de los niveles de frustración e ira.
Beneficios espirituales:
- Incrementa la compasión y la aceptación.
- Sensación de completa armonía con uno y el entorno.
- Incrementa el sentimiento de bienestar.
- Ayuda a vivir en el momento presente.
- Ayuda a experimentar niveles superiores de conciencia.